Sismología

La actividad humana provoca vibraciones que se propagan al suelo como ondas sísmicas de alta frecuencia. Un estudio liderado por los sismólogos Thomas Lecocq y Koen Van Noten, del Real Observatorio de Bélgica, muestra como las medidas para mitigar la pandemia provocaron cambios generalizados en la actividad humana que llevaron a una reducción del llamado “ruido sísmico” de hasta 50% entre marzo y mayo en algunos lugares del mundo.

Pasos que cimbran

La disminución en las diferentes actividades humanas, desde el movimiento de los autos y la industria hasta nuestro caminar por las calles, han logrado que los sismólogos puedan captar mejor los sonidos de la energía que fluye por el subsuelo y registrar mejor sismos de menor intensidad. Otra ventana de oportunidad sobre los datos recabados tiene que ver sobre el verdadero impacto de los movimientos humanos.

Ventana de oportunidad

El descenso en el ruido sísmico registrado este 2020 es la reducción antropogénica global más larga y notoria jamás registrada. En nuestro país esta baja en la actividad humana no pasó desapercibida para los sismólogos. Según datos del SSN, durante la semana del 6 de mayo se registraron los niveles mínimos de ese ruido por actividad humana y hasta la última semana de agosto los registros habituales de ruido aún no llegaban a la normalidad.

Registro científico