Adaptación en cuerpo y mente
La ansiedad se define como una anticipación aprensiva hacia algún daño, mientras que el llamado trastorno de ansiedad se refleja con un conjunto de alteraciones que modifican el comportamiento y que son desencadenadas por la pérdida del control de los mecanismos cerebrales relacionados con el estrés y el miedo. Tener episodios de ansiedad, se consideraría relativamente normal ante los cambios de rutinas y el encierro tras la pandemia. Antes de que se pueda convertir en un trastorno que requiera asistencia especializada, una de las herramientas primarias para combatirlo es la activación física.
De la ansiedad y otros demonios
Uno de los beneficios de la meditación en tiempos de pandemia es que permite concentrarse en el presente y evitar pensamientos catastróficos sobre el futuro. Técnicas de respiración milenarias, como la respiración diafragmática, son utilizadas en varios tipos de meditación y han demostrado ser herramientas de gran ayuda para lidiar con el estrés que puede generar el encierro. La respiración diafragmática es un tipo de respiración relajante que usa el diafragma, el músculo que se encuentra debajo de las costillas y arriba del estómago.
Los beneficios de la meditación
Para adaptarnos a una mayor convivencia con los miembros de la familia con los que habitamos, los especialistas sugieren la negociación constante sobre rutinas y nuevas formas de compartir los espacios. En la medida de lo posible se debe evitar hablar sobre temas que propicien los roces y mantener tiempos de intimidad. Cualquier encierro o aislamiento incrementa los problemas intrafamiliares e incluso pueden aumentar los escenarios de violencia, pero no se pueden minimizar las agresiones. Los chats y los teléfonos de emergencia para pedir ayuda deben estar listos para cualquiera que se sienta en riesgo.