Futuro incierto

  • Violencia

    extrema

    En una región con uno de los más altos niveles de violencia fuera de las zonas de conflicto, los niños y adolescentes que se quedan en casa están más expuestos.

  • Abismos

    en

    servicios

    Los grandes abismos económicos se pusieron en evidencia con la educación a distancia. Muchas regiones del país no tienen ni los servicios básicos de luz y agua, mucho menos acceso a internet.

  • Sin

    calidad

    educativa

    Especialistas en México señalan que la pandemia también ha puesto una lupa en la falta de calidad en la educación: se sigue privilegiando la información unidireccional, sobre la experimentación y el debate.

  • Rezago

    tecnológico

    La pandemia también mostró un rezago en la preparación de los maestros, quienes no estaban familiarizados con las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) como herramientas pedagógicas útiles, con o sin pandemia.

  • Privación

    educacional

    La interrupción prolongada de los servicios de educación preescolar y de primera infancia, priva a los más pequeños de experiencias de aprendizaje necesarias para su desarrollo.

  • Sociabilización

    Los adolescentes son otros de los grupos más afectados ante la falta de sociabilización que les brinda la educación presencial en una de las etapas de su vida en que más las necesitan.

  • Impacto

    financiero

    Más allá del impacto inmediato, las consecuencias financieras de la crisis educativa se reflejarán en las economías de la región durante los próximos años.

  • Costo

    educativo

    Según datos del Banco Mundial, el cierre de las escuelas podría costarle a Latinoamérica y el Caribe hasta 1.2 billones de dólares en los ingresos eventuales de por vida de los niños, niñas y adolescentes que ahora se ven privados del aprendizaje formal.