Los ciudadanos griegos viven con incertidumbre el primer día de corralito, tras la publicación de un decreto gubernamental que establece el cierre de los bancos y la Bolsa.
La medida limita el retiro de efectivo a los 60 euros diarios.
Además, las transferencias al extranjero están prohibidas.
Miles de jubilados hacen fila desde las primeras horas de la mañana para cobrar una parte de sus pensiones.
Las medidas no se aplicarán a los turistas, quienes podrán realizar transacciones y retiros de dinero en los cajeros automáticos.
Respecto a las transacciones al extranjero, los griegos podrán realizar todas aquellas que se consideren básicas como la compra de medicinas o el pago de costos médicos.
Si un banco se salta alguna de las restricciones del gobierno podrá ser multado con hasta el 10 % del importe de la transacción.
Cientos de opositores a las medidas de austeridad marcharon en los alrededores del Parlamento con carteles en que se leía “El dracma es mejor que el sometimiento”.
