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El Gobierno griego liderado por Alexis Tsipras apostó por el referéndum ya que los términos de la última propuesta realizada por los acreedores internacionales no eran "asumibles" y necesitaban el aval del pueblo.
El partido en el Ejecutivo pidió a su pueblo que se inclinara por el "no"
Con una participación del 62.5% el pueblo griego decidió que no aceptaba las condiciones iniciales de los acreedores
