Fernando del Paso

Fernando del Paso retornó este año a la escena pública renovado y vital. Luego una larga ausencia, producto de varios infartos y complicaciones que lo mantuvieron cerca de los hospitales, el escritor, diplomático, publicista y académico mexicano ha vuelto con mayores bríos de dandy para ganar el Premio Cervantes de las Letras 2015.

El llamado "Emperador de la palabra" y autor de Noticias del imperio, Palinuro de México y José Trigo, hizo de 2015 su año. No sólo reapareció para ser celebrado por sus 80 años de vida con varios homenajes, sino también retornó para recibir tres galardones: el Premio José Emilio Pacheco a la Excelencia Literaria que otorga la Feria Internacional de la Lectura de Yucatán; el Premio Granito de Arena, organizado por la Universidad de Guadalajara y, para cerrar, el Cervantes de las Letras 2015.

Poco a poco, Del Paso ha ido recuperando su capacidad del lenguaje y con algunas dificultades ha leído discursos críticos e iluminadores sobre la crisis de justicia que sufre México, sobre la criminalidad y la violencia. A finales de 2014, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Del Paso alzó su grito y dijo: "Que el presidente Peña Nieto sepa que Ayotzinapa somos todos".

El escritor, nacido en la Ciudad de México el 1 de abril de 1935, ha dedicado a México su obra y su esfuerzo, también su mirada crítica. Es una avezado lector de la realidad. El día que fue anunciado como el ganador del Premio Cervantes, dijo a EL UNIVERSAL: "nuestro gobierno no ha hecho nada porque prevalece la miseria entre los 50 millones de pobres y empobrecidos, desempleados y empleados con un salario mínimo, de hambre y víctimas de la extorsión, el crimen organizado y el narcotráfico dejan de contribuir a la grandeza del territorio y de la historia de México no con granitos de arena, sino no con granitos de pólvora".

Fernando del Paso estudió el bachillerato en Ciencias Químicas y cursó algunas materias de Economía. Quiso ser médico por una inspiración romántica, al igual que su protagonista de Palinuro de México, pero cambio de parecer por su terror a la sangre y a los malos olores. Posee una generosidad enorme y un gusto por los libros y la lectura incomparable, pero también un refinado gusto en su indumentaria, es sin duda el personaje más destacado del año que se va.

Nace la Secretaría de Cultura

La dependencia número 18 de la Administración Pública Federal comenzó a tomar forma, de manera decidida, el pasado 2 de septiembre, cuando el presidente Enrique Peña Nieto, dentro del mensaje con motivo de su Tercer Informe de Gobierno, anunció que presentaría ante el Congreso de la Unión una iniciativa para su creación.

En octubre, una vez que se instaló la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados y se recibió la iniciativa, poco se avanzó en el tema al interior del Palacio Legislativo. Paralelamente fue creciendo el descontento de un sector, el de los trabajadores, quienes argumentaron, entre otras cosas, que la iniciativa ponía en riesgo sus derechos laborales adquiridos.

La comunidad cultural también manifestó opiniones divididas, algunos, como Enrique Krauze, indicaron que la cultura tendría, finalmente, un lugar preponderante en la administración pública; otros, como Elena Poniatowska, aseguraron que implicaría un engrosamiento de la burocracia, y voces como Sergio González Rodríguez cuestionaron que daría pie a un manejo político de la cultura.

Fue hasta diciembre cuando la Comisión de Cultura lamentó que no había interlocutor del gobierno federal para discutir la iniciativa, pero invitó a los senadores para trabajar en conferencia. Al día siguiente de la queja de los legisladores, iniciaron las mesas de trabajo, la primera fue con los trabajadores sindicalizados de las instituciones culturales que habían empezado a manifestarse afuera de la Cámara y en diversos espacios y foros.

En respuesta, no sólo el presidente del ya extinto Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, se presentó en la Cámara Baja, también el secretario de Educación, Aurelio Nuño, quien declaró que la dependencia a su cargo no tenía el tiempo que la cultura necesitaba y que el subsector se encontraba en una trampa burocrática.

Finalmente, miembros de la comunidad cultural, investigadores, gestores y promotores culturales se reunieron con los diputados. En el Pleno, la votación fue casi unánime, con 426 votos a favor y una abstención.

La discusión continuó en la Cámara de Senadores, primero al interior de la Comisión de Cultura, luego, en el Pleno. La votación ocurrió en el último día y en los últimos minutos del periodo ordinario, también con mayoría, 85 votos a favor, dos en contra y una abstención. Al día siguiente, durante la entrega de los Premios Nacionales de Ciencias y Artes, el Presidente firmó el decreto. En los últimos días del año el presidente Peña Nieto tomó protesta a Tovar y de Teresa al frente de la nueva dependencia.