Una de las formas mencionadas en El Cairo para empoderar a mujeres y niñas es reducir la incidencia de embarazos no deseados. En ese sentido, se hizo una exhortación a los países participantes para proporcionar acceso universal a los métodos seguros de planificación familiar.
Según el reporte del UNFPA, el acceso a la planificación familiar ha aumentado en estos 25 años. En los países menos desarrollados, la prevalencia del uso de anticonceptivos modernos creció a más del doble, de 15% a 37%, entre aquellas mujeres que están en una relación y desean evitar un embarazo.
En las regiones en desarrollo, más de 200 millones de mujeres que no desean embarazarse no usan métodos de planificación familiar seguros y eficaces por razones que van desde falta de información hasta falta de apoyo por parte de sus parejas o comunidades.
En el caso de América Latina y El Caribe, un reporte del UNFPA de 2017 revelaba que 65% de mujeres en edad reproductiva (15-49 años) deseaba evitar un embarazo; sin embargo, la necesidad de métodos anticonceptivos de 24 millones de mujeres no estaba satisfecha y 18 millones dijeron no utilizar ningún método. Estimó que 66% de embarazos no deseados eran de mujeres con necesidades insatisfechas de planificación familiar.
De 57 mil mujeres latinoamericanas y caribeñas que se embarazaron por no usar métodos anticonceptivos, según ese informe, 23 mil fueron embarazos no deseados, hubo 26 mil abortos, 7 mil pérdidas y 243 muertes fetales.
Remitió además a un reporte del Guttmacher Institute (2017), según el cual, si todas las adolescentes en América Latina y El Caribe que necesitan métodos anticonceptivos modernos los usaran, el total de embarazos no deseados se reduciría 43%, de 3.6 a 2.4 millones por año.