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“No sabíamos que éramos ilegales”

Julio Salgado y Jesús Íñiguez, de 32 y 33 años, son artistas visuales que comparten sus vivencias a través de YouTube

Por: Andrea Ahedo

Los mexicanos Julio Salgado y Jesús Íñiguez se conocieron mientras cursaban sus carreras en la Universidad de Long Beach, California, en 2007; Julio estudiaba periodismo y Jesús sociología. Ambos formaban parte de un grupo de apoyo a estudiantes ilegales. En éste, reforzaban los vínculos con los profesores para enseñarles o aprender juntos sobre cómo se podía apoyar a los jóvenes en su situación.

Pero fue pocos años antes cuando Jesús se enteró que era indocumentado: “yo siempre supe que era de México, que había nacido en la Ciudad de México, pero no sabía que era indocumentado hasta la preparatoria, como por 1998, cuando deportaron a mi papá. Allí entendí que la situación sí era grave y que podía pasarme a mí”.

La calidad de vida que podía ofrecer el país vecino, incluyendo su sistema educativo, fue lo que convenció a su padre -a pesar de ser profesionista- de quedarse allí durante una visita que pretendía ser meramente turística: “Yo no me siento mal por ser indocumentado, sólo es mi situación. De todas maneras yo he tenido que superarme: ir a la escuela, sacar mis notas, tener un empleo”.

A sus 33 años, los recuerdos de olores, sabores y colores de México son nulos para Íñiguez, pues llegó a Estados Unidos cuando tenía dos años: “no me acuerdo nada de México, pero yo nunca he vivido la experiencia de ser indocumentado como algo que tuviera que callar”.

En contraste, Julio no piensa de la misma manera sobre ser ilegal. Para él, ser homosexual e indocumentado son dos realidades con las que ha tenido que lidiar. Salgado entendió sobre su status legal cuando intentó realizar trámites como cualquier otro joven, como sacar la licencia de conducir: “me decían 'sabes qué, tú no puedes'. Me decían que no le mencionara a nadie que no tenía papeles”.

Sin terminar el sexto grado de primaria en Ensenada, Baja California, donde nació, Julio arribó a la Unión Americana a los 11 años de la mano de sus padres y su hermana para hacer turismo. Fue una orden de los médicos lo que obligó a su familia a quedarse en aquél país pues su hermana, quien es cuatro años menor, enfermó de gravedad y su madre le donó un riñón. Tras la operación: “los doctores le dijeron que no podíamos regresar a México, porque si regresábamos mi hermana podía morirse”.




Soñadores a la deriva

“Dreamers Adrift” o “soñadores a la deriva” es el mote con el que Salgado e Íñiguez nombraron su colectivo artístico allá por octubre de 2010. Desde ese año combinaron sus dones para la narrativa visual para crear videos básicamente con la intención de “reírnos de que a veces ser indocumentado puede ser vergonzoso”, tal como confiesa Julio.

En ese entonces, algunos estudiantes realizaban actos de “desobediencia civil”, una de sus frases era “si van a hablar de los indocumentados, nos deben ver a la cara, no podemos escondernos”; en medio de esa oleada de manifestaciones, Salgado e Íñiguez notaron que los medios de comunicación mostraban a ese sector de la población “sin humanidad”.

Las primeras redes sociales en las que publicaron sus videos fueron YouTube y Facebook; gracias a ello y a sus círculos de amistad, otros jóvenes les compartieron sus experiencias con la intención de que los youtubers las trasladaran a los videos. “Dreamers Adrift”, que hasta ahora tiene casi 100 videos, se volvió un nicho para aquellos jóvenes que deseaban mostrar su verdadero rostro y para organizaciones civiles como La Coalición de Jóvenes Inmigrantes y Estudiantes Asiáticos que Promueven los Derechos de los Inmigrantes a través de la Educación (ASPIRE, por sus siglas en inglés).



Las imágenes

“Dreamers Adrift” se llama su colectivo artístico.
Se conocieron mientras estudiaban en la Universidad de Long Beach, California, en 2007.
Julio estudiaba periodismo y Jesús sociología.
Las primeras redes sociales en las que publicaron sus videos fueron YouTube y Facebook.
En 2013 conoció al creador de Faceboook, Mark Zuckerberg.
“Dreamers Adrift” ahora tiene casi 100 videos.


“El inmigrante bueno y malo”

En 2012, gracias a la orden ejecutiva del expresidente Barack Obama, Julio y Jesús obtuvieron el DACA. Sin embargo, de acuerdo con Julio: “nos ponen contra la espada y la pared porque tenemos ese beneficio, pero ¿cómo vas a disfrutarlo cuando tus papás, que te trajeron y que han sobrevivido tanto y que han trabajado tanto no lo tienen?”.

El par de amigos considera que una de sus misiones como artistas es cambiar la percepción sobre los inmigrantes: “para nosotros la lucha no para, porque no es justo que sólo unos cuantos se puedan beneficiar y otros están vulnerables. Queremos cambiar que nos quieren clasificar en categorías de el buen inmigrante o el mal inmigrante. El bueno es el que va a la universidad, el malo es el que no estudia, el que no habla inglés. Ellos también tienen derechos”.

Su misión como artistas está en Estados Unidos, el país donde han permanecido por lo menos dos décadas y aunque conocen que su situación podría afectarse con el arribo de Donald Trump a la presidencia, Julio sentencia que “una de las cosas que me cansan es que alguien tiene el poder de decir a dónde puedo viajar. Yo quiero salir, quiero ir México primero que nada. Claro, puedo irme, pero acá tenemos a nuestras familias, amigos, parejas, nuestra vida.

Numeralia

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Casi 100 videos

Tiene su colectivo artístico en YouTube.

32 y 33 años

Tienen actualmente Julio y Jesús.

Desde octubre de 2010

Fundaron su colectivo artístico.

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