Por: Isamar Escobar
“No crean que a los dreamers se nos olvida lo mexicano, tampoco se me olvida en donde estoy”, afirma Kevin Ortiz, joven jaliscience de 26 años que obtuvo en 2012 el DACA y está por graduarse en Administración de Empresas con especialidad en Finanzas en la Universidad de Florida Central (UFC) en Estados Unidos.
Desde hace 13 años su familia está reunida en Florida, luego de que junto con su madre, una ama de casa, y hermanos viajaran desde Jalisco para reencontrarse con su padre, siete años después de que éste emigrara en busca de una vida mejor.
“Crecí en una casa muy pequeña con mucho amor, cultura y respeto, no se me olvida el hecho de que yo soy mexicano. Cuando tenía 12 años, mi mamá decidió que era tiempo de reunir a la familia y por eso decidimos venirnos”.
En entrevista con EL UNIVERSAL, cuenta cómo fue adaptarse a un país que no conocía y convivir con gente diferente a él que lo agredía por tener rasgos diferentes. “Sí sucede que por el acento o el físico hacen bullying, lo experimenté, es algo que pasa, simplemente por el color de piel”.
Sus padres, una ama de casa y un hombre con dos empleos, uno como ayudante de cocina y otro como plomero en casas residenciales y comerciales, dice, se sienten orgulloso de él y lo han apoyado en cada uno de los pasos que ha dado tanto para el trabajo como para la escuela porque lo ven como el “orgullo de la familia”.
A pesar de estar en otro país, Kevin y su familia no pierden la costumbre de comer de vez en cuando enchiladas de mole, su comida favorita, tamales y cenar todas las noches pan con leche, es lo que los hace sentir cerca de la tierra que los vio nacer.
Tuvieron que pasar dos años luego de graduarse de la preparatoria para que Kevin pudiera ingresar a la universidad gracias al DACA que obtuvo en 2012, ya que por su situación migratoria era imposible acceder a algún tipo de ayuda financiera.
Respecto a las órdenes ejecutivas que ha firmado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice no tener miedo pero sí sentirse preocupado por no saber lo que podría pasar con jóvenes que tienen un permiso como él y su hermana.
“Estamos preocupados por nuestros padres ya que han estado investigando y deportando pero el plan no cambia, seguiremos luchando y trabajando por nuestros intereses y oportunidades. A mí me encantaría quedarme aquí unos años más para apoyar a mi comunidad en Orlando pero también para seguir creciendo de manera profesional”.
El jalisciense califica el DACA como el instrumento que le ha permitido cumplir sus sueños, le ha dado educación, oportunidades y tranquilidad para salir a las calles de manera libre. “Este plan me dio la oportunidad de regresar a estudiar, poder obtener una licencia y conducir, antes tenía que trabajar tiempo completo”.
Actualmente, Kevin es becario y embajador de estudiantes en su facultad, una de sus metas es regresar a México y poner algún negocio.
Tenía Kevin cuando su madre lo llevó a vivir a Florida, junto a su padre.
Tenía su padre viviendo en los Estados Unidos, cuando se reunió la familia.
Este instrumento le ha permitido cumplir sus sueños.
Justino Mora es un joven de 27 años que estudió en la UCLA y ante la amenaza de que DACA sea abrogado dice “no nos demos por vencidos”
Julio Salgado y Jesús Íñiguez, de 32 y 33 años, son artistas visuales que comparten sus vivencias a través de YouTube.
Marisela Tobar es una joven que dejó su país para huir de la violencia; hoy busca ayudar a niños con capacidades diferentes.
Kevin Ortiz, de 26 años, estudia en la UFC y lleva la mitad de su vida habitando en EU.
Zury Amaro es oaxaqueña, estudió una carrera en línea y asegura que “si nos quitan DACA, nos cortan las alas”.