Por: Daniela Díaz
Proveniente de Putla, Oaxaca, Zury Amaro es una joven madre que migró a la edad de 10 años. “En el 93 nosotros entramos a Estados Unidos, mi papá estaba en Nueva Jersey, trabajaba como jornalero. Lo que recuerdo es que cuando era niña tomamos el autobús de Putla al Estado de México y de ahí tomamos un avión a Tijuana. El coyote fue el que nos cruzó de Tijuana a San Diego”, narra vía telefónica.
En el verano pasado se graduó en Administración de Negocios por el Mount Washington College. Estudió la carrera en línea “porque tengo un niño, Tristán, de cuatro años y es a quien le dedico todo mi tiempo porque requiere cuidados especiales. Hubo una época en la que enfermó gravemente y los doctores no pudieron identificar el problema que tuvo. Tenía fiebres altas y corríamos al hospital, después dejó de caminar, tenía los pies hinchados y las rodillas. Sólo nos dijeron que, conforme el niño creciera, esos síntomas desaparecerían y así fue, pero nunca supimos lo que pasó”.
Zury, de 34 años, explica que eligió Administración porque la otra opción que existía cuando aplicó para la beca de la organización The Dream US”, que era Ingeniería computacional no le llamaba la atención. “Fue una gran oportunidad porque cuando estaba en la preparatoria, los amigos hacían planes y yo sabía que no podría pagar una universidad sola pero fueron los maestros quienes me incentivaron”, relata.
Agrega que “fue difícil, una como mamá debe hacerse tiempo. Yo empezaba mis clases a las 11 de la noche y terminaba a las tres de la mañana, porque era el horario en que mi hijo duerme y es cuando puedo estar concentrada porque si está despierto mi atención está con él. Uno tiene que hacer sacrificios. Muchas veces dije ‘ya no lo hago’ pero no solo era perder el dinero o la beca, sino también le fallaba a los donadores, a mi familia, a mi esposo y ellos me motivaron para seguir”.
Proveniente de una familia extensa y cuenta que “tengo varios tíos que son ciudadanos americanos, gracias a la amnistía que otorgó Ronald Reagan. Llevo 23 años sin ver a mis primos con los que crecí en México. Gracias a que uno de mis tíos le sacó la visa a mi abuela pudimos verla muchas veces. Ella falleció en 2012”
Sobre cómo fue el proceso de adaptación a un país desconocido, esta mujer de origen oaxaqueño confiesa que “fue un shock porque era un lenguaje completamente diferente, no sabía inglés, el clima también fue muy diferente. No tener a tus primos, a tu abuela que siempre estuvo ahí para ti, eso también fue un golpe duro”.
Obtener DACA “para mí fue poder respirar mejor, sabía que me la iba a dar porque estoy aquí desde niña. Para mí significa que puedo conseguir un buen trabajo, una licencia de conducir, pues antes mi esposo era el que me llevaba a todos lados porque era el único que podía manejar, logré ser un poco más independiente. Eso fue un regalo para los dreamers”.
Ante la advertencia del presidente Donald Trump de desaparecer esta Acción Diferida, Zury señala que de hacerlo “afectaría a todos los dreamers, porque perdiendo eso nos cortan las alas, no vamos a poder seguir estudiando, no vamos a ayudar al país a seguir adelante, nos afectaría a todos en todos los sentidos: financieramente, educativamente.
“Sé que soy de México pero Estados Unidos es el país que conozco, es mi casa. Pregúnteme algo de este país le digo todo, es nuestra casa. Estamos aquí para sacar las cosas adelante, no somos malos, somos estudiantes, tratamos de progresar”, finaliza.
Durante la charla, Zury se refirió al muro fronterizo del que tanto ha hablado Trump y asegura que “no creo que sea una solución, ese muro no va a hacer nada porque cuando están dispuestos a cruzar, la gente cruza. Creo que debe haber una mejor solución, el muro solo será una pérdida de dinero”.
Así finalizó la conversación con esta joven mamá dreamer pues llegó la hora de ir por el pequeño Tristán al colegio.
En Administración de Negocios.
Era su horario para estudiar, ya que por el día tenía que cuidar de su hijo.
Sin ver a sus primos, con los que creció en México.
Justino Mora es un joven de 27 años que estudió en la UCLA y ante la amenaza de que DACA sea abrogado dice “no nos demos por vencidos”
Julio Salgado y Jesús Íñiguez, de 32 y 33 años, son artistas visuales que comparten sus vivencias a través de YouTube.
Marisela Tobar es una joven que dejó su país para huir de la violencia; hoy busca ayudar a niños con capacidades diferentes.
Kevin Ortiz, de 26 años, estudia en la UFC y lleva la mitad de su vida habitando en EU.
Zury Amaro es oaxaqueña, estudió una carrera en línea y asegura que “si nos quitan DACA, nos cortan las alas”.